No suelo analizar ni comentar los partidos, ni los errores arbitrales, que considero en general son, como una parte del juego, y se producen por fallos de personas, sean jugadores, árbitros, etc. Y se hacen siempre sin una mala intención previa. En este caso voy a entrar a dar mi opinión, porque veo se ha producido un grave error de concepto, que quiero aclarar.
Me sorprende que en esta ocasión todos los jugadores, entrenadores, técnicos, directivos, periodistas, etc. se centran en discutir sobre si la jugada del posible gol de la Real Sociedad, de si el balón ha entrado o no en la portería.
Unos opinan que ha sido gol y otros que no, alegando que no se puede ver, porque el larguero tapa la visión total del balón.
En este caso concreto me da pena y desmerece que nuestras competiciones en España, no tengan ya implantado, el sistema de tecnología del chip en el balón, que garantiza el gol.
Y nadie se ha dado cuenta, que se ha producido otra circunstancia en esta jugada, que debería haber significado la concesión del gol, de forma clara y automática, y es la posición que tiene el defensor Samu Costa, dentro de la portería al despejar el balón.
Este jugador se encuentra detrás de la línea, que marca el límite del terreno de juego, y como establece el reglamento, nadie ni siquiera un jugador puede realizar ninguna acción válida, estando fuera del terreno de juego. Se ve claro en la foto que adjunto, y mucho mejor en las imágenes de TV.
Mucha gente piensa que la portería es viable en su totalidad, y no es así, la línea de gol marca la zona no jugable, igual que las que marcan el perímetro del campo de juego. La red de la portería sólo está para recoger el balón.
Alucino que la mayoría de la gente no conoce lo esencial del reglamento del fútbol.
La situación que se ha visto en este partido, parece muy rara y que no es posible se repita en el futuro. Y no es así, yo recuerdo otro caso similar, hace unos 12 años en un partido Sevilla/Real Madrid. Creo que era también un partido decisivo en una eliminatoria de Copa del Rey.
En esa ocasión, fue una jugada de ataque del Sevilla y el balón entraba á ras de suelo, en la portería blanca, y aquí no había ningún problema de visión. El hecho fue, que el defensa blanco Arbeloa estaba totalmente dentro de su portería, tumbado en el suelo todo lo largo de su cuerpo, y con los dos pies juntos, impidió que la pelota traspasara por completo la línea de gol. De forma increíble, la decisión del árbitro fue la misma, no conceder el gol.
Me parece sorprendente que muchos años después, el Comité Técnico de Árbitros siga con las mismas deficiencias de formación a sus colegiados que entonces. Es triste constatar que los Dirigentes de los árbitros, no aprenden ni con los hechos acaecidos.
¿ Es que no se dan cuenta en el CTA que estos imperdonables fallos son muy graves, y causan una gran injusticia deportiva a los clubs que sufren estos atropellos?. En estos casos el Sevilla y la Real Sociedad.
Y ya que hablo de los árbitros, voy a contar una anécdota personal que me ocurrió con el árbitro Hernández Hernández.
Este árbitro fue galardonado como el mejor de los colegiados, de forma justa, en la temporada 2014/15, y en la Gala de Marca, donde se le entregaba el trofeo, después de felicitarle personalmente, le dije: "¿cómo es posible que el premio que le han otorgado se siga llamando trofeo Guruceta? " y él muy sorprendido me dijo ¿porqué me dice eso?
Le expliqué que era normal que él no supiera nada, porque era muy joven, pero que sus dirigentes arbitrales no supieran quién era el árbitro vasco Guruceta, q.e.d., era muy grave, y le conté de forma breve que Guruceta estaba juzgado y condenado con sentencia firme por la UEFA, por soborno comprobado en un partido de la Europa League, entre el Anderlecht y el Nottinghan Forest.
El hecho se produjo en el partido de vuelta, que el Anderlecht tenía que remontar su derrota en la ida, y el Presidente del Club belga, compró a Guruceta con un millón de francos belgas, al cambio tres millones de pesetas. El Anderlecht ganó por 3 a 0 y pasó la eliminatoria. Del partido no voy a entrar en detalles, sólo que se inventó un penalty inexistente. Por cierto, uno de linieres que le acompañaban era Negreira.
Es uno de los pocos casos que la UEFA ha sentenciado con toda la certeza del mundo, porque el soborno se hizo entre el Presidente del Andelerlecht y un intermediario Van Tols, que grabó todas las conversaciones y estuvo chantajeando durante unos diez años al Presidente, pagó 20 millones de francos, y ya no pudo más, dimitió de su Club y lo denunció en la UEFA.
Por lo menos he conseguido que el premio que se entrega todos los años a los árbitros, ya no se llame trofeo Guruceta.
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