miércoles, 3 de abril de 2024

Escándalo en la Federación Española de Fútbol



Según van apareciendo nuevas noticias sobre los supuestos cobros ilegales de Luis Rubiales, a través de la Federación, más grave y feo se está poniendo el asunto, y seguro que en los próximos días se agravará aún más.

Pedro Rocha, actual gestor de la Federación, no debiera optar, de ninguna forma, a ser candidato a presidente, aunque sea a título provisional y en unos tres mese se convocaran las elecciones definitivas para un nuevo período de cuatro años.

Sería un escarnio para todo el fútbol español, que cualquier otro integrante de la directiva de Rubiales se postulara al puesto de presidente. Pedro Rocha, a quien no conozco bien, no tendría vergüenza si persistiera en su idea de presentarse. Sería el típico caso del que “ya que estoy aquí” me aprovecho de la situación. No se quiere dar cuenta, ni admite ninguna responsabilidad, por su cargo de vicepresidente económico de la Federación, de las supuestas estafas en su departamento. Estamos hablando de graves denuncias de sobornos y fraudes. Sólo hay dos posibles explicaciones a su conducta:

Primero, que colaborara de alguna forma o mirara para otro lado mientras se realizaban los delitos. Segundo, que se cometieran los hechos sin que él se enterara. En cuyo caso sería manifiesta su incompetencia.

En cualquiera de estos dos casos referidos, es obvio que él no puede ser nunca, candidato a presidir la Federación. Lo normal en cualquier país serio, y España lo es, sería que la máxima autoridad del deporte español, el Consejo Superior del Deporte o en su defecto el Gobierno de la Nación, tomara -por fin- las decisiones firmes y coherentes que se necesitan.

La primera sería olvidarse de anteriores reglamentos o cualquier disposición legal que haya sobre la elección a presidente de la Federación y modificar lo que sea pertinente para asegurar la celebración de unas elecciones libres, justas, democráticas y deportivas.

No se pueden aceptar las normas actuales por la distribución prefijada de los 143 miembros previstos, con derecho a voto del fútbol español. La Federación dispone del control de la mayoría de los votos, a través de las subvenciones económicas que les otorga. Entro a detallar los más significativos, que tiene controlados:

49 votos de los Clubs (20 Club profesionales y 29 no prof.)

19    “     jugadores no profesionales.

19    “     Presidentes de las Territoriales.

Así, cualquier candidato de la Federación Española de Fútbol tiene ya con estos 87 votos, una mayoría absoluta holgada para ganar fácilmente las elecciones. Además, por si fuera poco, cuenta también con los previsibles 11 votos de los árbitros, a los que controla y dirige la Federación, lo que les da un total casi asegurado, de unos 98 votos. Así no puede haber elecciones libres y justas, si se juega con estas cartas marcadas de antemano.

Sería penoso para todo el fútbol español que, por la inacción de nuestros organismos responsables, el CSD. y del Gobierno, se realizaran estas elecciones y fueran después invalidadas por la UEFA y/o la FIFA y exigieran unas nuevas elecciones, bajo su tutela.

 

Faustino Gazpio                                 Director Deportivo de Fútbol