miércoles, 29 de abril de 2015




CUARTOS DE FINAL    " CHAMPIONS  LEAGUE  "

Voy a analizar la eliminatoria entre el Real Madrid y el Atlético
de Madrid, que finalizó con la clasificación para las semifinales del Real Madrid, por un escaso resultado de 1 a 0, conseguido en los últimos minutos del segundo partido.

Lo primero que hay que decir es que la clasificación del Real ha sido justa, pues en el cómputo general de los dos partidos, ha sido el único equipo que ha intentado jugar bien al fútbol, y que en algunas fases de los partidos lo consiguió, sobre todo en el primer partido del estadio atlético.

Lo segundo a destacar ha sido el bajo nivel de juego mostrado por el Atlético de Madrid, que ha sorprendido a todo el mundo, ya que se le suponía con un estado de euforia previa, por los buenos resultados conseguidos contra el Real Madrid, al que había superado de una manera muy clara, en sus seis encuentros de esta misma temporada, dos en la Supercopa de España, dos en la Copa
y otros dos en la Liga.

Y sin embargo se ha presentado en esta importante eliminatoria de la Champions, como temeroso, sin ambición, con un inesperado 
complejo de inferioridad, que recordaba tiempos pasados.

Creo que a esta circunstancia, contribuyó sin querer , su gran entrenador Simeone, que en sus múltiples apariciones públicas en 
prensa, radio, tv. etc. siempre recalcaba que iban a jugar contra el 
mejor equipo del mundo, y que bueno, que su equipo haría todo lo posible, por intentar contrarrestar la superioridad de los jugadores
blancos.
Considero que estos reiterados comentarios previos al partido, no es la mejor manera de preparar mentalmente a sus jugadores, para la
dura pelea que se esperaba contra sus rivales.
Sorprende esta actitud de Simeone, cuando ha sido él con una labor extraordinaria, en estos últimos años, el que ha conseguido eliminar de los atléticos, sus complejos y fantasmas del pasado, y ha situado
al Atlético de Madrid, entre los Clubs más importantes de Europa

Estos mensajes han calado sin duda, en el subconsciente de sus jugadores, técnicos y afición, y por contra habrá reforzado la moral y confianza de sus rivales.






En el aspecto técnico se han visto dos equipos con planteamientos
muy diferentes. En el primer partido se vio que el Madrid salió a por la eliminatoria de una forma decidida, valiente, poniendo en juego una gran disposición de sus jugadores en el terreno de juego, con una gran confianza, y un gran control del juego, que empezaba
en una gran defensa adelantada, y seguía con un dominio total en la zona siempre vital del centro del campo, que creaba infinidad de ocasiones de gol para sus delanteros.

No se tradujo en ningún gol esta superioridad blanca, por la actuación sensacional del portero atlético Oblak , con tres paradas
prodigiosas, y por la mala finalización de las jugadas, sobre todo en una muy clara de Bale.

El Atlético de Madrid estuvo mal, nervioso, sin confianza, como fuera de forma, con imprecisión en sus pases, sin ningún jugador que estuviera en una línea sobresaliente, o simplemente buena.
Incluso con algunos fallos graves, como uno de Godín que serían impensables en otros partidos.
Si derrochó como siempre, entrega, lucha pasión además de una 
afición entregada y pasional al máximo.

En el segundo tiempo de este partido fue cambiando la situación del partido, apagándose poco a poco en su juego el Madrid , al mismo tiempo que resurgía el Atlético que en los minutos finales
pudo incluso ganar el partido. A destacar una gran jugada de Arda
Turan  y la inclusión en los minutos finales de Raúl García.

Por el Madrid hay que destacar sobre todo el control y creación de juego del equipo, que empezaba en una gran defensa, con un Varane muy rápido y efectivo, y un extraordinario centro del campo, en especial Modric y James.

Sorprende la floja actuación de sus delanteros Benzema que estuvo gris, hasta que se lesionó y sobre todo la inoperancia, una vez más, de Ronaldo, que no aportó nada al equipo, salvo sus constantes gestos y reclamaciones. Es triste ver, en lo que se está quedando este gran jugador.

Hay que destacar también una acción de Sergio Ramos sobre Mandzukic en la que además de despejar de cabeza, le propinó un codazo, que con un árbitro con más personalidad, le hubiera costado un penalty y su probable expulsión.
Es una pena que este grandísimo defensa, cometa estos lances de vez en cuando, que empañan su impecable labor en el juego. Creo
que debería de reflexionar y darse cuenta de que si quiere ser el líder del Madrid, que por su categoría de jugador y personalidad
merece, no puede hacer estas triquiñuelas, que un día le pueden acarrear un serio disgusto a su equipo.

El segundo partido disputado en el feudo madridista, fue de una 
calidad muy baja, impropio de dos equipos grandes de Europa que se estaban jugando el pase a semifinales.
El Madrid puede tener más disculpas, por las graves ausencias por lesión, de tres de sus mejores jugadores Bale, Benzema y Modric, más la baja por sanción de Marcelo.

Ancelotti con estas bajas, planteó muy bien el partido, situando a 
Sergio Ramos como medio defensivo, consiguiendo anular todo el juego del rival, que se dedicaba a bombear balones a Mandzukic
para que iniciara una segunda jugada de Griezman.
Y en la delantera sacó a Chicharito que le dió a su equipo frescura
en ataque, velocidad, desparpajo, capacidad de asociación con sus compañeros, y que a la postre consiguió el único gol, que le dio al 
Madrid la victoria y la clasificación para semifinales.

La poca calidad de juego que se vio en este partido, la puso el 
Madrid, con algunas  escasas ocasiones de gol, en un partido con otra lamentable ausencia en el juego de Ronaldo.

El Atlético estuvo peor que en el primer partido, con un partido muy pobre, sin verdadera ambición, confiando sólo en alguna acción aislada, como un centro o corner, que le permitiera algún remate de cabeza, muy poco para poder aspirar a pasar a las semis
de una Champions. 










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